Actualmente ya no se puede pensar la violencia contra la mujer como un hecho particular que se daría predominantemente en determinados contextos sociales, en determinadas clases sociales o en determinadas culturas.

La investigación histórica y antropológica muestra que estos elementos culturales de dominación masculina y subordinación femenina siempre existieron. Hubo una denegación de la diferencia sexual, no se aceptó, “la otra”- a la mujer – como alteridad, sino como una oposición y desde siempre fue reservado a la mujer la atribución negativa. La diferencia fue un argumento para someterla. Pero además, hay unos mecanismos inconscientes que llevan a mujeres a repetir determinadas elecciones de pareja donde vuelven a quedarse atrapadas.

La globalización de los mercados y el neoliberalismo están produciendo efectos sobre las subjetividades de las/los sujetos, que tienen consecuencias en las respuestas particulares que da cada una/o respecto a su subjetividad.

La mujer maltratada no está exenta de este fenómeno. Encima tiene que lidiar con los efectos de la violencia que causó daños en su psiquismo, así como en los diferentes ámbitos de su vida.

Cómo preguntarse sobre su malestar, lograr la resignificación de los mecanismos inconscientes que la atraparon en esta posición. Así como, de las contingencias de haber vivido violencia, que marcó de manera compleja su destino. Además debe encontrar una manera de responder al malestar actual generado por la crisis económica que con sus efectos subjetivos causan una variedad de síntomas por lo insostenible. Todo esto la sorprende en condiciones de desamparo y riesgo de exclusión social.

Introducción

Este escrito surge de mis inquietudes, también de la experiencia clínica, dado que conduzco durante años procesos psicoterapéuticos. También tratamientos en una clínica más específica, la de muchas mujeres que sufrieron situaciones violentas y abusivas con sus parejas.

En esta clínica se advierte los estragos que hablan muchos sociólogos, economistas, pensadores, psicoanalistas, etc, que fundamentan los daños que el discurso capitalista actual causa a la subjetividad de los sujetos. Las consecuencias, se evidencian en la producción de sintomatologías, como consecuencia del empuje a la pobreza, a la precariedad, que perciben sin retorno.

Un elemento determinante de este escrito es el hecho de que he trabajado en un proyecto de investigación de la lucha contra la pobreza y la exclusión social en el Observatori de Salut Mental de Catalunya, lo que supuestamente me da argumentos para discernir sobre el tema.

Algunas observaciones pertinentes a la clínica

Los procesos psicoterapéuticos permiten seguir al sujeto en el curso del tiempo y estudiar así los temas más profundos de su psiquismo, y también los efectos de los discursos sociales que están actuando en aquél momento.

Gallano (2019) estudiosa de los efectos de la ideología neoliberal en la afectación de la vida psíquica del sujeto, cita los fenómenos mórbidos que aparecen en los sufrimientos del sujeto, que es en la experiencia clínica donde asistimos a cómo esos males están doblemente enraizados en lo imposible de soportar de la presión de la ideología capitalista neoliberal y en las respuestas del sujeto de un inconsciente particular.

Como resultado de la efectividad del proceso psicoterapéutico, la mujer que participa en él entra en una nueva etapa en la que las identificaciones son más fluidas o ya no están, la repetición que la apresaba en la posición de víctima cambia, y las situaciones reales que han propiciado los   malos tratos están controladas.

Con el deseo recolocado aparece la decisión de articular un proyecto nuevo que comporta un trabajo, una vivienda, un sueño de futuro. Todo eso significa enfrentarse a los obstáculos actuales que viven los sujetos en la situación de crisis económica que sobrevino a la sociedad española: múltiples dificultades sociales, recortes en las políticas público-sociales y precariedad del mercado de trabajo.

Antes, de una manera u otra, siempre habían trabajado y organizado económicamente sus vidas de manera digna, a pesar del sufrimiento de la situación en que se encontraban.

Enfrentarse por tanto a lo desconocido, porque muchas, están aún apegadas a las lógicas del mercado, de una manera de ordenar la vida, que proviene de un discurso anterior, desconociendo el cambio de paradigma, aunque sufriendo sus efectos.

Sufren el impacto de la lógica actual, el mercado desregulado del capitalismo financiero, funciona con la especulación, no con ganancias obtenidas de una economía productiva industrial, sino con expoliar con un menos a la gente.

Moya (2015) revela en su investigación sobre la lucha contra la pobreza, que es necesario adoptar una serie de medidas de carácter preventivo no solamente sobre los comportamientos suicidas, sino también sobre los cuadros sintomáticos relacionados con las dificultades de adaptación a esta nueva realidad.

La ansiedad, la tristeza, la depresión, el insomnio o los problemas de inhibición, según él, configuran un espectro psicopatológico que mantiene una doble relación con la pobreza y la exclusión social: por un lado son consecuencia de ellos, pero, por otro son su causa.

¿Cómo les afecta a ellas? 

El momento actual les parece incomprensible, y se preguntan de diversas maneras sobre lo que está pasando. Finalmente responden volcando la culpa sobre ellas, pues les resulta difícil entender lo que ocurre en lo social. ¿Cuál es el proyecto de este Gran Otro desconocido? ¿Existe alguien o algún recurso para paliar esta situación de desamparo general?.

Sienten que sí existe alguien que actúa, pero de mala manera, haciendo parecer que una es responsable de todas las desgracias actuales que se le caen encima. Se encuentran ante el problema de cómo dar continuidad a ese nuevo proyecto sin medios económicos, sin poder acceder a un trabajo a pesar de la búsqueda intensa y sufriendo las políticas de recortes en los diversos ámbitos de lo público.

El psicoanálisis se opone vehementemente al discurso capitalista y a la perversión. Desde el discurso analítico, se pretende resguardar el lugar del sujeto y abrir espacio para su habla. Si para el capitalismo el hombre es un objeto y su lema es “nadie es insubstituible”, para el psicoanálisis, al contrario, el hombre es un sujeto y la ocurrencia lógica es que “nadie es sustituible”, Bastos; Jorge (2009, p.29).

Consolidar un nuevo proyecto de vida es también encarar la situación de crisis económica, el discurso dominante actual, sin sentirse en la mayoría de los casos preparada para ello y sin saber quién es el enemigo.

Se instala un malestar recurrente por no poder acceder a lo que las permitiría un lugar en la vida, desde la perspectiva económica y subjetiva. Se preguntan con angustia ¿dónde he fallado?.

¿Sería posible no dejarse capturar por el discurso actual y evitar así permanecer en la desesperanza, en la angustia, en la culpabilidad?.

Sobre este tema explica Moya (2014) que la angustia y la tristeza son los efectos emergentes de la crisis económica sobre el psiquismo del sujeto, y que tal como señala David Nasio, la angustia nace de la incertidumbre de un peligro temido, mientras que el dolor de la tristeza es la certeza de un mal ya ocurrido.

La angustia aparecería en el período previo a la posible pérdida del puesto de trabajo, y/o hogar, en tanto que el dolor, que está vinculado a la tristeza, aparece una vez que ya se tiene la certeza de lo que se ha perdido.

En su libro “Maldad, culpa y responsabilidad”, Moya (2014) sostiene la tesis de que el entorno actual de la crisis es el del neoliberalismo y comparte con los autores Laval y Dardot la idea de que no se trata solamente de una ideología económica, sino que se sostiene en una racionalidad que tiende a estructurar y a organizar más allá de la acción de los gobernantes, la conducta de los gobernados.

Como base principal de la racionalidad neoliberal cita la competitividad como norma de conducta y la empresa como modelo de subjetivación. Y citando a los dos autores, explica que la racionalidad neoliberal produce un nuevo tipo de sujeto basado en la competitividad y en el rendimiento, se trata del empresario de sí mismo que es un ser hecho para triunfar, para ganar.

El sujeto neoliberal es producido por el dispositivo “rendimiento, disfrute”. Ya no se trata de hacer lo que se sabe hacer y consumir aquello de que se tiene necesidad. Lo que se pide al nuevo sujeto es que produzca cada vez más y que se disfrute cada vez más, añade él, en definitiva que permanezca conectado con un plus de goce que ya se ha convertido en sistémico.

Esclarece que esto tiene efectos en la clínica mental, dando lugar a lo que llama las clínicas del neo-sujeto. El punto crucial radica en el hecho de que el sujeto neoliberal sitúa su verdad en el veredicto del éxito y creyendo en esta verdad se queda identificado con el rendimiento, tal como éste es definido por el poder gerencial.

El culto al rendimiento conduce a la mayor parte de los individuos a experimentar la insuficiencia y a sufrir formas de depresión en gran escala. Revela que la mayoría de los/las pacientes con síntomas depresivos presentan un discurso que tiene un núcleo constante: la depresión es la diferencia existente entre sus ideales de éxito personal y la realidad de su vida vivida como fracaso y humillación.

Precisa que se trata de sujetos angustiados y desesperanzados, pero no deprimidos, ya que la depresión es un término que designa un estado afectivo patológico. Las víctimas de estas políticas originadas por la crisis, sienten impotentes y manifiestan su ira frente a la corrupción, escándalos, etc.

En el estudio que fue realizado en el Observatorio de Salud Mental de Cataluña y en el que he participado, comparto con Moya (2015) que la percepción de muchas personas es de haber perdido el control sobre sus vidas, que independientemente de lo que hagan su futuro no se modificará.

¿Cómo subjetivar lo que no se subjetiva? 

Estos sentimientos de impotencia y desesperanza que se generan por no poder acceder a una situación económica digna, también son constantes en muchas de las mujeres que fueron o que son objeto de malos tratos.

La falta de control sobre sus vidas aparece como nuevo obstáculo que dificulta consolidar el proyecto de independencia personal y familiar. Trabajos que cuando surgen son: sueldos bajos que no alcanzan para vivir, contratos limitados, mini jobs, contratos basura, ayudas económicas de valores muy bajos, etc. Dejan a la mujer en una precariedad que le impide acceder a un alquiler, sostener los gastos básicos y la perspectiva de una futura jubilación.

Esta amenaza está presente, consciente e intuitivamente. Estas mujeres están sumidas en la angustia, en la falta de confianza en el futuro, en la tristeza y en la desesperanza. Van aguantando, sin confianza en un proyecto del Otro, lo que se va confirmando mediante el retiro de los apoyos sociales y viendo lo que les pasa a sus semejantes. A este desamparo responden con culpabilidad, pensando que son insuficientes, desechadas, aunque especulan sobre su responsabilidad subjetiva.

Los efectos subjetivos de la crisis, de este discurso neoliberal, generan mayores patologías psíquicas por lo insostenible de haber reducido la valía de los seres humanos a ser una mercancía rentable para las empresas, un capital humano a valorizar, un recurso que optimizar, es decir, del que sacar más y más jugo (Gallano, 2019).

La clínica psicoanalítica está fundamentando las patologías subjetivas actuales generadas por la crisis, comenta la autora y que la angustia no está subjetivada por esto retorna en miedos difusos y en somatizaciones. A las trabas encontradas, cuando se sobrepasan los límites, son vividas como incapacidad personal. El “estrés” genera insomnios de desasosiego y sobresalto, de no poder abandonarse en el sueño. Es una hipervigilancia que no se calma fácilmente con psicofármacos.

La ansiedad, cuando persiste y desborda el cuerpo, deriva en permanente “estrés” e inútil agitación hiperactiva. Por tanto, cuando no se subjetiviza la angustia, esta se deriva en múltiples somatizaciones erráticas, incluso enfermedades psicosomáticas.

Y consecuentemente el afecto de la indignidad social que más crece, es el afecto social de la vergüenza…

El trabajo clínico es una praxis de subjetivación y elaboración. Permite “el rescate”, de este algo que resiste, que no se consume en los sujetos.  Recuperar nuestra singular historia de vida con sus consecuencias es fundamental para regenerar la subjetividad propia y no dejarse desahuciar.

También decir que esta problemática nos concierne a todas/os como ciudadanas/os. Es la cuestión de cómo rescatar el valor de la vida en una ética del deseo, cómo rescatar la dignidad de los sujetos, para contrarrestar los rescates de los valores financieros que reducen los sujetos a mercancías (Gallano, 2019).

 

BIBLIOGRAFÍA 

  • ACOSTA, Miguel.  Mi marido me pega lo normal. Barcelona: Planeta, 2012.
  • BASTOS, Flávio; JORGE, Marco Antonio. Trabalho e Capitalismo: Uma visão psicanalítica. Trivium: estudos interdisciplinares, ano1, p.21–33, 2009. Disponible en: http://www.uva.br/trivium/edicao1/artigos-tematicos/2-trabalho-e-capitalismo.pdf.
  •  GALLANO, C. Krisis hoy. Barcelona: Ed. S&P, 2019.
  •  JORNADA DEL FORUM PSICOANALITIC BARCELONA. Respostes desde la ciutadania i la psicoanàlisi davant el desmantellament de l’estat de benestar. Barcelona, 2013.
  •  MOYA, J. Maldad, culpa y responsabilidad. Barcelona: Ed. S&P, 2014.
  • Trabajo de investigación: La lucha contra la pobreza. Observatori de Salut mental de Catalunya. Parc Taulí, 2015/16.

 

 

VALÉRIA FERREIRA. Psicòloga i Psicoanalista. Acreditada Psicòloga Sanitària. Membre de l’Associació Catalana per a la Clínica i l’Ensenyament de la Psicoanàlisi (ACCEP). Entre els varis estudis i publicacions, destaquen el Màster en “Estudios de la diferencia Sexual”, amb aprofundiment, des de l’antropologia i les ciències socials, en la Teoria de Gènere i la relació del social i cultural amb el femení. També el Màster en Teoria Psicoanalítica. Investiga el tema de “Los mecanismos psicológicos que actúan en las mujeres que están en posición de víctimas de violencia machista” dins del Doctorat Psicologia de la Comunicació i Canvi a la UB.

IL·LUSTRACIÓ DE MONICA LUNI. Designer, ceramista i professora multidisciplinar. https://www.domestika.org/es/luni